domingo, 14 de diciembre de 2014

La princesa prometida y el "amor verdadero"


"Desde la invención del beso ha habido sólo cinco que se han considerado como los más puros. Éste los superó a todos"

Ya he hablado de mi desmesurado amor por esta película. Amor del verdadero, de oír la música del gran Mark Knopfler y empezar a germinar semillas de mariposas en mi estómago, allá donde tengo asentado el corazón. He narrado y descrito hasta el infinito y más allá en este blog y en charlas con amigos cómo la veía a las tres de la tarde el día de año nuevo con mis dos hermanas y una manta para las tres (mi hermano Edu no se despertaba hasta las cinco. Llegaba al momento rescate el castillo). "Hola me llamo Iñigo Montoya" y su "tú mataste a mi padre, prepárate a morir" fue una de las principales causas para apuntarme al equipo de esgrima en la universidad. "¡¡¡¡Ha dicho farolero!!!" "Nooooooooooooo, AMOR VERDADERO!!!!". Si tú, joven lector que lees mi blog con adicción no la has visto, no tienes perdón de la Santa Inquisición (Dios no existe, que lo sepas también). ("El matrimooooñoo")

Pero lo que no he contado es lo que me gusta más de toda la película. Más que el rodar colina abajo cuando Buttercup descubre que el pirata Roberts es su amado Westley ("¿Qué tipo de nombre es Pirata Westley? No infunde ningún pavor"). Más que el momento de la batalla de ingenio sobre la iocaína. Más que el salto desde la ventana de la princesa y captura en el vuelo del gigante André. Y mucho más que el beso del final, que tampoco me pareció nunca muy espectacular, la verdad. Lo que más me gusta de toda la película es la frase "Como desees".

Buttercup se da cuenta que Westley la ama y que cada vez que le dice "como desees" le está diciendo "Te quiero". Lo mejor (narra Peter Falk a su nieto) es que ella se da cuenta que cada vez que el muchacho se lo dice, ella también se enamora de él. Ahora es cuando todas hacen "aaaaaahhhhh" PLANCH. Al suelo. Eso es amor verdadero.

Anoche volví a ver esta película con mi hijo de 7 años. El gran e inigualable Luc Skywalker de Star Wars (como se dice él). Nos costó una buena pelea que gané yo, porque él quería ver un tostonaco Disney sobre unos adolescentes que cantan (hasta el moño de esa temática). "Sábado nit es la noche de mamá y Luc para ver una peli pero la elige mamá y punto redondo" Cómo hace unas semanas acerté con "Big" me dio el beneficio de la duda. A los cinco minutos de reloj le tenía totalmente enganchado. Ver la peli junto a él, mirándole a él en los momentos que yo sabía álgidos, sus reacciones, su miedo a que Westley o Iñigo murieran, sus risas locas... no tuvo precio. Pero lo mejor llegó al final cuando Fred Savage (beautiful Fred <3) le dice a su abuelo: "Abuelito... ¿Podrías venir a leérmelo otra vez mañana" y él le contesta "Cómo desees".

Ahí fue cuando me di que la película habla del amor verdadero. El que tienes por los niños. El que los niños tienen por ti. El que sentí yo por primera vez (y no última) de un modo mazazo cuando sostuve a mi sobrino Arnau en brazos. Del que sentí que él sentía por mi. Ese dar y no esperar nada a cambio, ni siquiera amor, porque con darlo uno se siente grande. Ese tipo de amor que con los niños nos es tan fácil y con los adultos sólo lo conseguimos con los hermanos y con los mejores amigos. Los enamorados de una. Los que me tienen enamorada. El otro amor, el de Buttercup y Westley es tan de Disney cómo la bella durmiente: paciente, paralizada, guapa y cantarina, y su príncipe matagragones y besador.

Cuando aprenda a amar a un hombre cómo se ama a un hijo otra historia será contada. Cuando me ame una pareja cómo me ama mi sobrino Arnau me decidiré a tener una. Mientras tanto no lo compro más. No me engaño más. Habrá que esperar a ser abuelitos y sabios y a reír con hermanos y amigos sobre este tema tan recientemente descubierto.

Amen (sin tilde). Gracias por leer. Disfrutad el domingo y ver cine.

domingo, 23 de noviembre de 2014

Domingo castañero


El escribir relajando las yemas desde la cama con el portátil entre las piernas le da mucho gusto a sus orejas, si, pero más gusto le da a mi muslamen. Esta mañana ha empezado 4 horas antes de lo previsto. No he descansado en el sobrevalorado sueño pero si en mi ninguneada mente. ¡Pam! me han hecho los ojos. ¡Pim! me ha hecho el corazón. La he buscado, la he hallado y me he lanzado a la ducha sabiendo que podía adelantar la cita con mi pixtu vascuence una hora más.

Todo se engalana en castaño la mañana de mi domingo de otoño. Al llegar a la plaza se me ha acelerado el pulso cuando he recordado el mini doctorado a la hora de dar abrazos. Corazón con corazón no basta, doctor. Los abrazos hay que darlos con el alma y esperar como lluvia en mayo que vuelva otra alma en retorno con ellos. Me acordé del martes. Dos veces pisé la plaza de la castañera, dos veces me saltó la tripa en caliente. La primera con media docena de castañas calentitas para mis dedos helados, dos boniatos dulces para mis huesos y una patata asada y no cocida para variar. La segunda con una lección de sonrisas y una propuesta de cervecita en terraza indiscutible. Barcelona se regala en noviembre y a mi este noviembre se me viene muy regalón.

Al doblar la valla que protege las obras del carrer de los abuelos fisgones he intuido las aspas de El Molino y la he buscado con los ojos ¿Dónde está mi castañera? ¿Dónde, que no la veo? El agua le salpicaba las piernas mientras frotaba un boniato contra el otro. Con razón me supieron tan ricos al inicio de la semana. El frotarse con amor es lo que ganas. He pensado en llevarme más de todo por el gusto de mirarla a los ojos y decirle buenos días! con entusiasmo pero no puedes presentarte a aperitivear con unos boniatos envueltos en noticias de diario bajo el brazo

¿Porqué no? ¿Porqué no se puede lo que no se puede? Lo único que no podemos hacer es aquello que nos vemos incapaces de afrontar. Por el resto de las cosas terrenales, de la tierra media y de más allá del muro, lo único que nos incapacita para actuar es el no querer.

Piénsalo otra vez cuando te cruces en verde con mi sonrisa. Qué gusto que me devolvieras la tuya.

Buen atardecer. Fargo me espera con displicente y frío acento invernal. Love it. Allá vamos. 

  

jueves, 20 de noviembre de 2014

Quien fuera viento, para estarte meciendo


Ya lo decía la grandísima Rocio, que sabía un montonón y al final se quedó con lo que viene siendo para mi un mondongo ¿Qué le llevó a la grande a entregar la peineta por aquel huevo sin sal, agua de fregar y poco medio hombre?

Viva Sevilla, viva Triana, 
que esta loquito por mi me dice al oído, 
virgencita del alma. 
Y sabrá el maldecío mentir... me lo he creío. 
El que me habla de amor me vuelve mochales 
yo no tengo la culpa de que sean los hombres así tan especiales 
y es que me dejo llevar de dulces palabritas de amor 
y luego que me dejan plantá 
me dicen con salero: perdón que no lo he dicho ni na."


Generalizar en esto de hombres y mujeres da tanto miedo como respeto hacia esos seres alucinados que nos acompañan en el día a día, chicas. Hasta hace bien poco pensaba que sacando poquísimas excepciones de varones que me han confesado dolores y amores desgarrados por incomprensibles actos de mujeres, la palma en sufrir donde dije Diego te digo Rodrigo nos la llevábamos nosotras. Es cierto que tenía mucho más material de primera mano de ellas (nosotras), las chicas. Muchísimo material de mi primera propia mano. Para eso soy chica. Un día, hace ya unos mil años, el novio de mi mejor amiga me dijo que aunque yo fuera con mi verdad verdadera y dale que te pego al molino, eso no hacía que los demás te contaran la suya.

En el fondo a Rocio lo único que le pasa es que "se deja llevar" de dulces palabritas de amor. Las palabritas de amor, y más las dulces, son chupadas de decir. Y de oír ni te cuento. Se crecen con el ego. Se alimentan con la soledad. Se enaltecen a categoría de verdad irrefutable solo porque el oyente así lo decidió. "Cuando yo le digo a mi hijo Andrés que es lo más bonito del mundo, yo lo pienso y lo siento así" me dijo un día mi padre "Mi hijo debe ser lo suficientemente sensato como para saber que él no el lo más bonito del mundo" Yo tenía 17 años y mi hermano Andrés 6. No se si el pobre analizaba eso de ser lo más bonito del mundo. Para mí, él, definitivamente lo era.

Últimamente tengo una suerte tremenda con lo que me toca en la senda y me saludan en el caminar seres que más bonitos no pueden ser. Así lo pienso y así lo siento. Seres de todo tipo, ocasión y genero y en todos los posibles ámbitos de mi vida. Aceptar la hermosura de la alma ajena o la suerte que tengo de que depositen sus ojos, palabras y brazos sobre mi persona es algo que debería asumir como que el sol sale brillando por entre los tejados enmarañados cada madrugada de mi vida. Aunque yo no lo vea tras las nubes, él brilla. No hay que analizar cada día esas salidas, por favor, qué agotador. Es así y ya. Viene bien ser consciente de eso. Un día tú ya no lo verás salir por que no estarás así que mientras lo veas y lo sientas no lo analices, disfrútalo. No importan los motivos y si, me sobran las palabras. El simple hecho de estar presente vale más que todo lo que me puedas aportar a nivel conversacional. No necesito leer tus pensamientos siquiera. Necesito saber quien soy y donde estoy. Los demás son espejitos de tu alma donde da gusto mirarse cuando estás bien. Cómo me decía un amigo, yo no sé porque te digo lo que te digo pero vos si lo sabés.

Ser suaves con la dureza. Las flores paran más balas.

Foto de @Umakilledbill realizada esta magnífica mañana de Noviembre. Barcelona parecía que me regalaba el veranillo de San Martín alargado para disfrute de mi piel y mis ojos. Desde la terraza del Hotel Palace. De la mano de Mónica. 

jueves, 13 de noviembre de 2014

El escorpión y la ranita verde


Ayer entró Monseñor Ricard (nombre ficticio para preservar la intimidad del personaje) en la tienda. Una de las múltiples cosas que hago en la vida es ser la feliz asistente de Willy Wonka en su fábrica de chocolate (no digo nombres por contrato). Venía acompañado por un pequeño monseñor en ciernes. Los dos muy señores "bien" de mi Barcelona. Los dos con una planta que ya quisieran muchos productos de Adoptauntio. Le saludo muy educadamente, porque una lo es, porque a una la pagan por ello y porque no tengo sangre de ser displicente con él y mira que a veces salen ocasiones y temática social para serlo. Mr Wonka aparece y les saluda alegremente.

En un momento dado se dirige a mi y empieza a comprar. "Es mi cumpleaños" le dice a mi Willy. Yo,pensando en las musarañas me digo "Vaya, Escorpio". "Si" se gira interesado él. "Ya, ya lo parece". Y ahí decide hacerlo. Me la clava y me lanza "¿Y como lo sabes?" "Conozco muchos Escorpios". Se me caen los pequeños Willy Wonkas por el mostrador. Decide no clavarme de más y suelta una risotada. "Y vaya como los conoces" A partir de ahí no doy bola hasta que se van. Mr Wonka saca cava. Brindamos y yo ya parezco un ratón de campo. Monseñor se ha dedicado a pastelear conmigo con un morro que no veas. Pienso "Este cura tiene muchos tiros pegaos" y que Dios me perdone, que seguro que me lee que para eso está en todas partes.

Sagitario es otro que se las trae. Pero Sagitario te dispara y aunque siempre acierta no te remata. Demasiado compasivo. Le salva la parte caballar del centauro. Puede dejarte escapar arañada. Dolida. Incluso indignada. O tocada en herida mortal. Pero te deja escapar. Escorpio no. Escorpio te clava y te mata. Te clava y disfruta en ese segundo en el que lo decide. Puede que no quiera clavarte, que no le intereses lo más mínimo, entonces, Escorpio pasará a tu lado totalmente indiferente. Eres de cristal. Peor aún. Eres de viento. Pero ay! si le interesas un ápice allá irá con toda la caballería armada. Hasta que caigas si o si. Con su fuerza, su inteligencia, su verdad y toda su pasión. ¿Entonces porque después de clavarte te mata? Bueno, es la historia de la rana y el escorpión. Él le pide a ella que le ayude a cruzar el río porque no sabe nadar. Ella se resiste pero poco. Es una pobre rana desgraciada. Hace un último intento de queja "Si te cruzo me matarás" "Si te mato me ahogo" sentencia él. Ella le cree. Le carga a sus espaldas. Empieza a nadar. En mitad del río siente el aguijón. "Pero.... ¿Porqué lo has hecho????" Solloza hundiéndose. Mientras él se ahoga le dice "No he podido remediarlo, preciosa. Está en mi naturaleza"

Ir mirando por las aceras esos ojos de fuego. Seres anodinos en apariencia se transforman en lo más oscuro y lo más maravilloso del universo. Que os lleguen alguna vez. La clavada en el alma indica que eras una ranita que estaba viva. Menos mal que las libras somos Ave Fenix y yo además tengo un ascendente fantástico que me protege cara a la galería. Soy Escorpio.

Feliz y maravilloso jueves de en medio

sábado, 8 de noviembre de 2014

Mis amores, sin spoilers


Heidi, Marco, Galáctica, Norte y Sur, V (la original), Anillos de Oro, Verano Azul, Falcon Crest, Sensación de Vivir, El Equipo A, El príncipe de Bell Air, Twin Peaks, Canción triste de Hill Street, Corrupción en Miami, Juncal, Rosseane, Los Simpson...

Cada una de ellas me transporta a una especie de capitulo de Cuéntame (jamás he visto esta por cierto) entre 1978 y los 90´s. A un sábado mañanero desayunando galletas Maria en un vaso con colacao o una tarde de diario. Al momento en el que la repusieron o a la primera vez que me impactó. A la música de inicio y la música de transición. A el gusto de ver con quien las veía, o con quien las comentaba. A si a mi me dejaban ver más allá del primer anuncio o si, por el contrario, en Hill Street Blues, me mandaban "alacama". 

Friends fue la primera seríe que empecé a ver en grupo. La primera serie con la que usamos las cintas de vídeo para grabarla en vez de grabar peliculas. La primera que volvimos a ver y remirar cuando las series se miraban y no se visionaban. La primera que daba igual que capítulo daban, de qué temporada ni en que orden. No importaba que Rachel y Ross "were taking a break" o aún no se hubieran dado ni el primer beso. Si Chandler estaba con Mónica o con "ohmygod" Janice. Si Phoebe y Joey tomaban café en el Central Perk Café. Recuerdo las múltiples risas con Patricia Gomez Serrano en nuestra casa de Padilla cuando se presentaba con los DVD´s comprados en la FNAC bajo el brazo y hacíamos sesión maratoniana de temporadas enteras. Nunca pensé que una serie me iba a gustar más o enganchar tanto. Jamás. Nada lo superaría. Fue mi primer amor de adulta. No era plenamente consciente que algún día dejaría los thirtysomething atrás y que siempre hay gente soñando. Gente como yo. Gente que no muere ni desaparece. Siempre hay más luz al acabarse el túnel. Siempre hay creadores.

Empecé a ver Lost por Robert Sancho. Eduard ya lo veía desde hacía un año en momentos del día que yo trabajaba mucho, pero ¿un avión que se cae en una isla, no mueren todos, no los localizan, humo blanco, y un oso ¿polar?, y de verdad que los tíos están muy buenos te va a encantar? No pensaba ver esa mierda. De burra que me puse me negué a verla incluso después de haber visto por aquí y por allí fotos de Sawyer (the gretest mother fucker alive on earth!,coño tenía que decirlo). Pero un día hablando con Robert, super fan de Friends, se atrevió a decirme que Lost era mejor. ¿Queeeeeeeeeeeeee? Y la vi en una reposición de Cuatro, un verano, todo del tirón cuando iban por la tercera temporada. Carmen y Fernando ya se bajaban los capítulos en inglés antes de que los estrenaran en España. Nosotros no. ¿Qué es eso de ver series en el ordenador? ¿Estamos locos o que? Lloré lo indescriptible en varios momentos de aquella serie, pero siempre tendré en la memoria a Sawyer y Juliet delante de la maquina de las chocolatinas. Mi pareja favorita. Lo he buscado en el bendito youtube para escribir este post y me he vuelto a pegar un panzón de llorar.  

Me negué a ver más series y disfrutarlas. Rollo duelo en negro por un marido muerto. En plan viuda fiel decía que no a unas y otras hasta que me encontré con un amigo y su "Tienes que ver Breaking Bad". ¿De qué va? Un profesor de química que le diagnostican cancer y el seguro no le cubre el tratamiento y se pone a cocinar meta para traficar con ella. WTF?. Me niego Carlitos. Yo esa mierda no la veo. Y en fin. Super fan de Walter White y Jesse Pinkman. De BB me gustó hasta el pollo de los pollos hermanos siendo vegana, la música, la meta azul,las muertes locas y sin sentido, las recaidas de Jesse, mi adorado Mike, la mujer estúpida,vaya no lo es tanto, el HP de W.W., la coñoneta (parafraseando a Quentin) para cocinar, el color lila de Marie, la colección de piedras de hank, el dinero cocinandose y evaporándose, el bacon troceado en el desayuno del día del cumpleaños y la mosca. Me encantó hasta el delirío el capitulo de la mosca.

Le guardé un luto de exactamente un mes y me enganché con Juego de Tronos. Ahora me creo que soy un día Ayra Stark y al siguiente Tyrion Lannister who always pays his debts. Pero me durará poco. Tengo a fargo en la recámara y tantas otras. 

Bienvenidas a mi, amores de mi vida. Le dais esa salsa a los sábados tarde en el futbol. Poder discutir con Robert sobre si Daenerys Targaryen, la mega Khaleesi, encierra de por vida a sus hijos dragones como castigo o para matarlos y que él lo dude y lo tenga que buscar en google no tiene precio.

Que vengan muchas más. Cómo los amores. El corazón no se agota de disfrutar. Demosle cancha. Winter is coming!

Foto robada en el Face de Albert Traver Garriga un día que se volvió loco porque vió cinco moscas del tirón

domingo, 2 de noviembre de 2014

Enamorado de la luna


"Mamá, ¿porqué estás enfadada?" 
"¿Yo?, Yo no estoy enfadada, Luc"
Tuerce su cara redonda que ya se angula y me lanza en toda la mía
"Entonces... ¿qué te pasa?"
Sonrío, dejo los calcetines por doblar, me siento a su lado y le contesto mirándole a los ojos
"Luc, no estoy enfadada. Solo estoy triste"
"¿Y porqué estás triste conmigo?"
"No es contigo Luc" aquí ya sonrío más aún "Cuando uno está triste no es contra nadie ni por nadie. Uno está triste dentro de uno. Solo lo puede arreglar uno"
"Vale" Sentencia "¿Me puedes contar porqué estás triste?"
(Shit! pienso) "Aaahhhh, mmmmmm. No" (Casi se lo cuento!!!!)
"¿Porqué mamá? Soy tu hijo"
"Porque son cosas de mayores. Tú no las entenderás" En menudo jardín me estoy metiendo. Además es mentira. Si se lo cuento lo entenderá perfectamente. 
"Pero yo quiero saber porqué estás triste y quiero que no lo estés"

De pronto he tenido un flash avance y me he viso dentro de unos meses cuando él esté triste y yo quiera saber porqué y quiera hacer algo por él a lo todopoderosa madre que soy y él me diga "Son cosas de niños, mamá, ya se lo contaré a un niño" y me muera de la pena.
Ha girado la cara y se ha puesto a jugar con su muñeco. Es hombre. Menos mal. No insiste más. Me voy a fregar los platos. Y pienso que ya he dado un paso reconociendole que estoy triste en vez de decir "Nada". O enfadarme y cambiar de tema. Le debo a mi hijo mi enseñanza de que la tristeza, aunque en facebook y en el teléfono no se reconozca, está presente en nuestra vida como la luna lunera. No nos debe gobernar la vida. Sería un espanto. Hay que aceptarla, mirarla a la cara, abrazarla, besarla y decirle chao pescao hasta la próxima que por ahí sale el sol. 

He dejado los platos a medio hacer. 

"Luc deja la consola hijo un rato. Ponla en pausa"
"Es la tablet mamá"
Sonrio. La pone en pausa. Se gira en la silla. Me mira. Me abre los brazos y me dice
"Mami, mami,mami"
"Hijo, gracias. Gracias por interesarte por mi pena. A veces las cosas no se pueden explicar porque las tiene que resolver uno solo, pero ¿sabes qué? Desde que me has preguntado me siento mejor. Estoy muy contenta de tenerte a mi lado. ¿Sabes que es muy bueno para quitar la pena?"
"¿Qué mamá?"
"Un abrazo"
Y nos hemos regalado uno tamaño monumental. Tres besos de los de verdad y él a mi, de postre, una sonrisa.
Luego se ha girado, ha quitado el botón de pausa y ha reiniciado el partido de la Fifa 14. 

Nota: La foto es un dibujo de Luc sobre un libro que le toca leer este fin de semana. 

viernes, 17 de octubre de 2014

Conocer es querer

Una tarde noche de invierno te cruzas por la senda de los pinos con alguien a nivel básico y fácilmente etiquetable: Nombre (real o feisbukero), edad, ubicación geográfica, actividad remunerada y según la senda algún dato más banal como tipo de indumentaria y apariencia capilar.  En ese momento puedes empezar a decidir el tipo de conocimiento que quieres llegar a entablar con la persona encontrada. En mi caso lo normal me aburre y adormece. Lo inusual me despierta los sentidos. Me abre las ganas del conocimiento.

De mis conocidos convertidos a amigos tengo el placer de la sabiduría de sus numerosos hermanos o escasos sobrinos. Del modo y lugar en el que comen. De si bailan descalzos en el salón mientras barren. De si se atreven con coreos de Beyoncé con niñas a las que triplican la edad. Saber que tuvieron una cuñada vegana a la que le recuerdo mucho yo. Que estudiaron una ingeniería agrónoma cuando lo que querían era subir a un escenario a bailar con un corsé. Que cuando hacen el amor se lo comen todo y más allá pero si alguien toca su vaso de agua y puede dejar huella, lo matan con la mirada. Que la peli que más les gusta de Tarantino es Django como a mi. Que siendo anarquistas de corazón la vida les acabó llevando a ser aparato represor de una manifestación obrera. Que sus mujeres las elige guapas pero tontas-tontas y mejor una fea lista que una tonta hombrepordios. Que están casadas contra el hombre que no era de sus sueños solo por una casa con jardín. Que se enamoran las islas y su ancho mar en vez enamorarse de los hombres. Que de pequeños les daban jarabe Desarrol como a sus primos. Que tuvieron caracoles campeones y a el favorito le llevaron a que le pusieran escayola en la concha en el Hospital de Sant Pau para que no muriera cuando se le quebró. Que las mujeres de sus mejores amigos abortaron con veinte años y hoy, alguna de ellas, son felices madres de tres. Que como son libra tardan dos horas más que toda la mesa junta en pedir y cuando piden, a veces, encima, se equivocan, pero,ah! cuando aciertan, a veces aciertan, son la envidia de toda la mesa. No por el plato en si. Si no porque sus aciertos les llenan de luz y todos quieren esa luz ¿Será la ensalada que eligieron?.      

Se de sus miedos. Cuando un conocido amigo pasa a ser amigo del alma, se lo que le horroriza. Lo que le hace pequeño. Lo que le despierta a las 05.00 am y le impulsa a escribir, comerse la nevera, irse al sofá del salón saliendo de la cama compartida para no despertarle con las revueltas o encender la tele para acallar ese temor profundo.

Que compartan conmigo esos momentos, los terroríficos, los de vergüenza, los inconfesables, los tiernos, los momentos que solo así los sacas de tu alma oscura y les dejan que les de la luz para que juntos podamos reírnos de ellos... eso, eso es lo que hace que a mis amigos del alma los quiera.

En el otro extremo de la escalera se encuentran conocidos a los que les enseñé el alma casi gratis sin saber si tenían hermanos. No me llegan. No me inspiran. No me aportan nada y no quiero enseñársela más. Porque conocer me hace feliz y sin conocimiento no hay querencia, y si no voy a querer a full mejor ir a tomar otra senda. Que para tirarme por barrancos con otros sin red mejor me tiro sola. Volar sola es siempre mucho más gratificante. Estar pendiente de que el viento se lleve a el otro hace que tú naufragues en tu vuelo por en medio de las nubes.

Feliz viernes de amor. I´m so fucking in love que no me lo creo ni yo. Gracias por leer.

miércoles, 1 de octubre de 2014

Estoy de Paulo Coelho hasta los huevos que no tengo



Tiempos de crisis traen medidas extremas y las frases de atención al personal del estilo de "Madurar es cuando uno descubre que aunque no lo tenga todo se puede ser feliz" me dan arcadas. El otro día me encontré con 8 chistes del tirón en una conversación de guasap. Muchos de la independencia, del folleteo, de adolescentes borracheras y uno de abuelas maduras. "¿Te casarías otra vez con tu marido si pudieras?" le dice una abuela a la otra "Claro" contesta la otra "Que se joda". Con ese si que me reí.

Una fue parida por la madre de una, heavy metal y gatuna del foro de Madrid, y contra más viejuna más cuenta me doy que la vida me la dan las risas con las amigas de verdad de la buena en petits comités y que la frase "¡pero qué coño!" debe servirme para reivindicarme ante toros de la Vega miserables, recortes sanitarios y de educación, muros de alambres para seres humanos y gallinas de corral e incluso convivencias en común fracasadas. Una dice pero que coño y tira por la calle del medio ¿Cuál? la que a una más le convenga. Su en medio.

Yo soy feliz porque he decidido serlo. Sin más. No porque las circunstancias acompañen sino porque quiero que lo hagan. La salud y su falta hasta en el extremo último hace que estés viva. Que estés enferma no quiere decir que estés muerta. Estar muerta es no estar. Como llevar eso con alegría o más o menos mala folla y que aún así te puedas reír con una amiga o hermana, ah! eso es el secreto del jardín del unicornio. Mi amiga Mónica Jofre puede llevar a gala haberlo hecho. 

Sin dinero. La alegría de conseguir pasar una semana con la paga del Copacabana cuando era camarera en Manchester y me alimentaba de caldos de garbanzos y sandwiches. Ese colarme en el bus con el weekly pass caducado porque no tenía 5 libras para actualizarmelo. Fui super feliz. 

Y el amor. Ese amor a lo Walt Disney, un tipo que se congeló antes de entregar la cuchara del todo (eso si es ser un desgraciado. En una de estas se viene un apagón en el sur de California y el Walt deshecho como un cubito de hielo y echando peste. Dignidad hombre!). Ese amor que no toca porque no llena. Ese amor de pa ti pa siempre y si no eres tú me es igual ya me lo como con patatas. Ese no saber decir, nena ya no hay más. No es que me equivocara cuando te dije que eras todo, es que hoy ese todo es otra cosa. Honestidad. Valor. Coraje y fuerza. Y sobre todo muuuuuuuucha risa. 

Estoy muy pesada con lo de la risa, pero, básicamente me he dado cuenta que si no me hace algo reír es que no me hace feliz. Tan facilito como eso. Si no llevas cara de manzana lozana, corta y rema. "Si quieres cambio verdadero pues camina distinto" (y si, soy más de René Pérez que de Coelho. Básica que es una). Y ¿quien me hace reír y mucho? Mi hijo que es partirse en dos, mis amigas ABC (ellas saben quien son), tres varones con el don de provocarme la risa a mis cuarentaypocos, mis cuatro hermanos, muchos de mis familiares (hasta con los que me peleo más), mi padre y mi madre, cada uno con su humor, cada uno con su resorte hacia mi felicidad, amigos virtuales que me han sabido ver por el agujero negro de la inmensidad de los kilómetros de distancia. ¡Sin reproches oigan!. Sin pasar cuentas. Sin amor a crédito. Yo te quise tanto, pero tanto que te tiene que valer hasta el fin de los días. Rancia-rancio.... Quiéreme hoy, coño y si no vete.

Y no les tengo. Cualquier día uno se va de mi vida, o se va de la suya, y yo tendré que buscarme la risa de mi vida en otros ojos y en otras bocas,y en otras manos y en otros brazos. No poseer hace que las frases nivel barato del Coelho o la del "aunque no lo tengas todo...." me sobren totalmente. ¿Esas consignas de vida les valen a los que aún no han despertado?  ¿A los que siguen creyendo en el tango de que hay que dar gracias a Dios por esas tres cosas? Y bueno, hay de todo es este universo. Como los que comen jamón, que asco, como se pueden comer la pata de otro. 

Ser felices si queréis. Y si no queréis serlo llorarle a alguien que os quiera. Os aguantará un rato. Al rato se irá a reír con alguien que le llene y os quedareis con vuestras lagrimitas de metal. Darles bola lo justo y necesario y limpiaros la cara. Solo vosotros os las podéis secar. "Mirar pa´lante que pa´tras ya te dolió bastante" Frasecica de otra grande: Bebe

 *Nota: La frase "¿Pero qué coño?!" y la foto pertenecen a una peli que me ojiplateó en mi adolescencia Risky Business cuando Tom no era un imbecil




martes, 20 de mayo de 2014

Fin de ciclo

Como el Barça. Creo que al final nunca hablé del Barça, que cosas, con lo que me gustaba, con lo por culo que di con el tema en el instituto y en el facebook, y en Inglaterra. Probablemente por eso me gustaba. Por el por culo que se da con el fútbol. Probablemente por eso me ha dejado de gustar. Ya no soy tan porculera.

Empecé a escribir en este blog a modo de diario y terapia en septiembre del 2012 porque no sabía como hacerlo y tenía la necesidad. No solo de escribir y dar rienda suelta a mi ego creativo sino de expresarme, de gritar, de hacerme notar, de plantar los ovarios "oye, tú, que estoy aquí, cojones", de encontrar consuelo mundano y multitudinario aunque fuera a costa de airear los trapos en el patio de la corrala.

Os encontré a vosotros, queridos compañeros y en el camino me fui encontrando yo. No es que me hubiera perdido, no, pero no me acababa de hallar bien, bien, que se diga. No es que ahora esté para dar ejemplo de nada pero el medio sosiego en el que me encuentro en la actualidad me otorga la soberbia de poder alzar el sombrero como los caballeros de la antigua usanza por que no hay necesidad de seguir.

Adiós, damas y caballeros, hasta más ver. Gracias por lo entregado hasta cuando no sabíais que os dabais, por el amor, sobre todas las cosas,por las risas y el calor. Por que un océano, dos estaciones y y cinco horas de descuadre no han hecho que me améis menos ni me acompañéis peor. Al contrario. A mi amado Carlitos, a Enrique, Gioa, Alejandra y Astrid Adlercreutz, a Jaume LLosa, a el gordo Kury, a las niñas canibalas veganas capitaneadas por Lucy, Susan, Ivanna y Vero-Anna, a mi hijo argento y a los queridos Gavi y Luis Fe gracias por demostrar que lo virtual puede llegar a ser más cercano que lo real. Que no hay que tocar para amar. Que la química a veces es el papel de pantalla. Que las palabras y el corazón se ven y se entregan. Que los sentimientos mueven mareas y que la luna es igual para todos y, a veces, podemos verla juntos.

A los de aquí gracias por darme calor virtual y ser tan bonicos de espíritu como para querer compartir una cerve con Pere Gila. A S. Silvia, a Stu-Helena (aún me debes una quedada en el Zurich), a Carles Gisbert y a el otro Carles, a mi Nirmala bonita, a Angel en el exilio, al Sr Escasi, a Tamara en las islas y su valor ante la vida, a Scott y su guitarra, a Lady Marquin, a Alvarito Feliz, al Sr Casarrubix, a la Kotelos, a Kaixo Kristi y su mermelada de moras, a Rafel, a Josito desde Tarragona que me comparó a Kerouac, a mi Trinity y su corazón de melón, a mi eterna Mari de Moral, a Vane i el seu cor d´or, a Pizpi y la paciencia, a Sandruska, a mis tíos y mis primos que me leen y me escriben y a los que me quieren y me piensan que son todos, a Xavi desde la india y su cita en Sant Jordi, a tantos y tantos anónimos en lo público y no en lo privado pero que os voy a dejar así por que así lo decidisteis y finalmente a mis padres. Mi madre siempre me critica los post por guasap, ella tan moderna. Mi padre oficialmente no me lee, pero me piensa, así que me vale casi como si lo hiciera. Los dos me hicieron amar la lectura y la escritura de la manera que mejor se puede hacer. Leyendo y escribiendo. Y mirándolos de niña aprendí a hacerlo y quererlo.   

A todos adiós. Ya no necesito a Pere Gila. Ha sido un placer crecer y caminar de su-vuestra mano. Espero poder seguir como Ana Cruz creciendo y caminando y escribiendo otras cosas no tan de patio pero igualmente de amorosas. Las necesito.

Gracias por leer. Nos encontraremos. Jo em vaig a viure. Crec que ja em toca.

Pere Gila

La entrada que os debía

Os debía esta entrada desde el mes de septiembre del año 2012. Porque desde mayo de 1973 os tengo presentes como pelos de mi cabeza, granos de mi culo, venas de mi brazo, uñas de mis pies, huesos de mi cuerpo y gases de mi barriga. Me soportáis, me corregís faltas ortográficas, me inspiráis, me amáis, me hacéis de reyir, me regañáis, sus reis de mi y me amáis ¿Ya lo había dicho? Si, probablemente, pero es que amarme es lo mejor que sabéis hacer. Incondicionalmente.

Cada uno de vosotros me ha dado consejos y me ha escuchado y me ha secado las lágrimas y me ha contado confidencias y me ha dicho "hijaaaaaa Anaaaaa" y me ha acompañado en noches de soledad solitaria y ha bailado conmigo hasta caer reventados sin avergonzarse ni una mijita de como nos miraban los demás, y se ha avergonzado de mi y aún así ha saltado al vacío por mi, y ha amado a mi hijo como a si mismo, y me ha defendido hasta lo indefendible y me ha comunicado en un aparte "aquí t´as pasao" y me ha amado incondicionalmente ¿Ya lo había dicho? Si, probablemente, pero es que es lo que mejor sabéis hacer. 

Hoy uno de vosotros me ha hecho de espejo. En dulce y firme. Como otras muchas veces. Como habríais hecho cualquiera de los otros tres. Y he colgado sin decirle que le quería mucho. Que le quiero mucho. Que sois mi vida más preciada. Que gracias a papá y mamá por teneros. Porque sois lo mejor que han hecho esos dos, y mira que han hecho cosas buenas, pero los niños Cruz Morci son raza aparte.

Gracias por ser parte de mi. Gracias por hacerme ser mejor persona y mejor hermana. Gracias por la confianza y todos los motes ridículos que me habéis puesto a lo largo de toda mi vida. Por los peillos y las peleas, por los calcetines en el pasillo, por los portazos y las pelis de vídeo, por la música y los libros, por los paises semanales y las pelis de antena tres, por la princesa prometida en año nuevo, por los colacaos por la nariz, por el amor y por el aguante. Porque me queréis incondicionalmente aunque os de vergüenza reconocerlo y amarme con esa locura que os caracteriza a los cuatro. 

Pero eso ya os lo he dicho, ¿verdad? Odio repetirme.

Os quiero gordos apestosis 

sábado, 26 de abril de 2014

Va, ves a viure...

Ayer fue un día magnífico, extraño, hermoso,terrible, florido y mortal. Como lo  puede ser cada día de nuestras vidas. Pasé la mañana con dos personas que me son muy queridas y me acompañaron por Barcelona a disfrutar del ahora hace calor y llevas sandalias, ahora te cambias y te pones los calcetines. ¿Dentro o fuera? Mejor fuera. Mejor dentro que parece que ha refrescado. De la mano de una de ellas paseamos por mi pasado. Por las emociones que me despierta, por los recuerdos compartidos, porque crecimos juntas en un lugar con catifas (=alfombra en catalán. Me rechifla esa palabra) peach o blue según el número que se le había asignado a la habitación. Muy Gran Hotel Budapest. Del melocotón y el azul saltamos a marrones grisaceos. Crecimos y espabilamos. "Pero no mucho, Ana. Tú y yo ya eramos muy espabiladas cuando jovencitas. Espabiladas y responsables, al menos.... laboralmente hablando" Me guiñó los ojos y reímos mucho las dos. En esa nube física y emocional de mañana con el abismo temporal entre mi pasado, mi presente y mi futuro planteados en 25 centímetros cuadrados de mesa, dos copas de cava y un cortado, me comentó que una persona a la que queremos mucho estaba pasando por uno de los peores momentos de su vida. Su hermana se va. Mientras nosotros reíamos anécdotas, respirábamos el puerto de Barcelona desde Montjuïc, olíamos las flores en el lobby, recordábamos amores y planificábamos rutas de trekking, ellas se están despidiendo. Tiene 42 años. Toda su vida por vivir. Toda la vida de los suyos por estar allí. Al llegar a casa me entere que Tito Vilanova había muerto de cancer. 

Estos últimos dos años pasados decenas de parientes míos y de conocidos se han ido victimas del cancer. Extrañamente en un porcentaje aplastante con respecto a otras enfermedades. No voy a analizar los porqués porque no me alcanza el conocimiento ni el corazón. Lo que si voy a explicar es que no se porque el resto de los que les rodeamos vivimos como si no nos fuera a pasar. Y no me refiero al cancer. Conozco casos en los que no ha sido mortal (recuerdo muy especial a los hermanos Puntas Ortiz, uno por luchar y el otro por dar y a "su Vitin" que se que no me lee pero es nuestro ejemplo de lo que queremos y lo que debe ser. Pon un Vitín en tu vida). Me refiero a la muerte. 

Gente, no hay nada más seguro en esta vida que algún día nos iremos. Nos vamos,si. No estaremos dentro de 150 años ni uno de los que me lee. La otra certeza es que no sabemos cuando va a ser. Porque hasta cuando te quieres morir va otro y te despierta y te da la mano. Pero cuando paseas una mañana de primavera por la calle respirando a pleno pulmón y pensando que la vida es tremendamente maravillosa,va un tiesto de la del quinto y se te cae en la cabeza. Y ahí te quedaste. No más planes por hoy por favor que me tengo que ir a Sancho Dávila.

Feliz vida a los que siguen aquí, luchando y amando a los que se van despidiendo. Dichosos de estar aquí aún,un día más,una mañana, una tarde, una siesta, un atardecer y un despertar, un comer bocatas desde el Garraf, un jueves de playa, un viernes de montaña, un banquete en El Celler de Can Roca, un hospitality en el Hilton, un dibujar a cuatro manos el pelo de la chica de la peli de Peabody y Sherman "hagamoslo mechado, mamá, como tú sabes", una empanada con espinacas y carne vegana para que tenga trocitos "algo picante pero no mucho, mamá. Así está perfecta", un sábado en el restaurante del tenis con las mejores vistas de Barcelona, un te chai, la millor truita de patates de la millor cuinera dels rodalies del mercat de Sant Antoni y casi Barna city..... Y besos, muchos besos. Besemonos unos  a otros y abracemos hasta aquellos a los que no conocemos, porque para abrazar no hace falta conocimiento, hace fata amor y si lo tienes ¿que mejor que entregárselo a los demás?


"Y de pronto te vas. Tienes 45 y en plena vida con proyectos por delante, con gente que te necesita, con amor a raudales, con bonanza financiera, con "la vida resuelta", esta decide que no lo está. Y la vida se te apaga. Tú ya no lo sabrás pero la gente que se queda aquí se queda con huecos de ti, con ganas de tu fuerza, de tu empuje, de tu alegría, de tus ganas de vivir.... Y ya no estás. El ejemplo es lo vivido. El recuerdo es la demostración que la vida solo es eso. Un rato en este jardín de rosas. ¿Vas a ser capaz de desperdiciarla ni un minuto más? Va, si us plau, ves a viure.... Por ti y por todos tus compañeros, pero.... Por ti primero. Amen (sin tilde)"

Gracias por leer. Gracias por vivir  

jueves, 17 de abril de 2014

Madurando al sol


Lo mejor de estar en los cuarenta puede que sea la experiencia que acumulas. Profesionalmente hablando te blinda el estómago ante las desavenencias y te dulcifica ante las dificultades. Te hace ser tolerante con los errores que tú cometiste exactamente igual, o peor, que otros. Te da infinitos recursos por haber pasado por infinitos jardines junto a infinitas personas del más variopinto pelaje. Te hace asimilar que es una parte de ti, pero que no lo es todo. Que si te hace dichosa se lleva el 80% de tu día y si te hace desgraciada el 120% del mismo. Hasta la cama y más allá. David Martinez, excelso cocinero y mejor compañero, me enseñó dos de los axiomas de mi día a día: "En eventos o caterings, desayuna fuerte que nunca sabes cuando vas a poder volver a comer" y el tan socorrido "Siempre se acaba pasando cafés. Y en ese momento toda la faena estará resuelta". A ellos me agarro para ser previsora y comer bien y no desfallecer en las primeras horas del día y para no desfallecer con proveedores incumplidores, jefes canallas y subalternos desmotivados y comer bien en las últimas de la jornada.

Uno cree a los veinte que sabe latín. Que con diez amigos por banda y viento en popa a toda vela tiene la vida ganada. Que el amor es casi para siempre y que si no lo es otro vendrá. Aquello de "hay muchos peces en el mar". Pero ¿quien quiere un pez en el mar para que te sirva de espejo? Aprendes, con la experiencia y los años no probablemente lo que quieres (eso lo descubriremos apunto de entregar la cuchara y largarnos al más allá de lo cárnico) pero si sabes lo que no quieres. Yo este año me he confirmado en la regla número uno del resto de mi vida. Lo que no quiero es no ser yo. Porque pese a quien pese, por muchos corazones que se rompan (el mio por el camino), por mucho dolor causado y amores caídos, por las decepciones creadas y las expectativas de otros rotas, por mucho que aquello no fuera a donde tú esperabas encontrarte, lo que es es lo que hay y de nada sirve negarlo. Ayer leía en una red social una frase recriminatoria de un hombre a una mujer "¡No eres lo que yo esperaba!" le dice él. "Jodete" le contesta ella.

No somos las expectativas de los otros. Somos lo que somos y lo hacemos lo mejor que podemos. Todos. Sin excepción. La próxima vez que alguien te defraude piensa bien si el fraude era la imagen que tenías tú en la cabeza de esa persona.

De pronto te plantas allá en el medio de tu vida con esta totalmente patas arriba y exactamente al revés de lo que esperabas, emocional, económica, profesional e intelectualmente. ¿Qué me ha pasado? ¿Donde quedó mi yo de los veinte en flor?  No eres consciente que cada paso, decisión, persona en el camino y circunstancia adversa y no, han hecho que estés donde estás. Asumir, respirar y lanzarte a seguir caminando es lo más sabio que puedes hacer. Como si tuvieras veinte años otra vez, sin temor y con decisión, pero mucho mejor. Ahora tienes conciencia de ti. Ahora sabes donde no quieres estar y quien no quieres ser.

Te encuentras con otros "tus" por el camino. Haber tardado más de cuarenta años en verlos solo es resultado de haber estado ocultándote a ti misma. Así te aparecen "tus" en forma de hijos para darte paciencia y demostrarte lo especial que eres, pues ellos son reflejo tuyo. "Tus" en forma de amigas divertidas y fieles que te reafirman en como quieres ser con ellas. "Tus" en forma de familiares honestos y entregados a tu causa mal que pierdan."Tus" en forma de amigos varones haciéndote admitir por primera vez en tu vida que la amistad no va unida al genero sino al corazón de las personas.  "Tus" profesionales que te certifican cómo hay que hacer las cosas. Y por último, y sorprendentemente, "tus" enamorados.  "Tus" que te hacen plantearte si quieres seguir con la coraza puesta para que no te dañen o sales a pecho descubierto para que el viento te roce y te haga sentirte viva.

Yo ya lo tengo claro. Ya no hay marcha atrás. Aunque caiga, aunque mis "yos" desaparezcan. Porque yo no lo haré. Yo seguiré al pie del cañón viviendo mi vida como si fuera la única que tengo, y señores, es así. No se quienes les contaron que hay otra vida más allá y porque se agarran a eso para echar a perder esta.

Salud, amor y muchas gracias por leer. Seguid disfrutando hoy del día. Mañana puede que no os levantéis. 

lunes, 17 de marzo de 2014

Lunes libertarios

Hace seis meses que los lunes no son lunes. Los jueves de cada dos son super jueves. Las semanas pares son mías en adolescencia y las impares son íntegras en alma a la infancia. Los martes me bipolarizo según sean míos o no salvando tres horas a la tarde. Los domingos suelen ser suaves o intempestivos sin termino medio. Los sábados siempre se desarrollan en horas de aventuras para diferentes edades. Los miércoles que no van a ningún lado caen en medio de un impás, ni pa ti, ni pa mi y los viernes, ah, los viernes... Los viernes siempre, siempre, siempre, son eterna y atemporalmente bienvenidos. Todo esto se adereza con congresos, caterings, cenas de última hora, llegadas al aeropuerto, salidas de hoteles, citas con la psicóloga, fantasmas de ultratumba y espíritus de futuro.

Hace seis meses que vivo sola quince días al mes. Los quince días en los que me gobierna la madurez me salva mi niño de la mano. En realidad poco podría hacer él si yo no quisiera encauzarme. Pero me es más fácil acallar los diablos y los deseos deseados. Los quince días en los que ando sola me elevo o me hundo según la víscera corporal que me de la mano, el corazón o la cabeza. ¿Tardaré seis más en centrarme? ¿Lo haré alguna vez? ¿Querré ser el espejo de otros y el reflejo fiel de mi tribu? ¿Quiero saber lo que es saber? ¿Quiero desear con cabeza en vez de con ilusión? ¿Quiero fantasear realidades o viene siendo mejor esta vorágine de sube y baja?

Desde que me tengo que currar con cincel esos minutos, esas horas, esos amaneceres sola y atardeceres iguales, desde que eso está en mi mano y no puedo culpar a nadie, soy más libre. Soy lo mejor o lo peor que puedo llegar a ser. Tremenda responsabilidad de actitud no ya respecto a mi hijo de seis si no respecto a lo que me debo yo. Si puse mi vida patas arriba, si los planes del futuro trazados con compás, escuadra y cartabón, ya no valían, si el amor ya no contaba más, si las hipotecas ya no atemorizaban, si me mordí a dentelladas el negro futuro, si fui capaz de todo eso y de empezar a planear de cero, ¿Qué miedo le tengo entonces al cero?

Entre "Santa Rita, Rita, Rita, que me quede como estoy" y "Ten cuidado con lo que deseas que se puede convertir en realidad" se me plantan las horas, los días y las semanas desafiantes. Esa paciencia que todo llega, ese correr que el mundo se me acaba, ese ahora o nunca. Ese saber sonreír los días malos sabiendo que se remonta, sabiendo que las risas te sacan, que los demás apuntalan, pero que del suelo te levantas sola. Sola, orgullosa y con los ovarios muy bien colocaos. Que para eso me dieron armas desde chica. Que para eso me enseñaron con ejemplos y no con palabras. Que unos ojos de amor y una sonrisa, que una caricia y un abrazo, que un: "yo he estado por donde tú vienes, camarón, y no te juzgo" te confirman la decisión. Pero la decisión y el paso es tuyo.

El lunes es tuyo, para vivirlo, para beberlo, para quemarlo o para respirarlo. Tú decides si quieres que sea de puntillas para no molestarle o con paso firme para imponerte. Salga como salga el martes está a la vuelta del reloj. Y ahí, tendrás que levantarte otra vez y decidir que quieres hacer con esa maravilla de día en exclusiva para ti.

Feliz empuje y gracias por leer.

miércoles, 5 de marzo de 2014

Amistad a las duras


Siempre lo he sabido. Los amigos se miden a las duras. Porque a las maduras todos se apuntan, los amigos y los menos. Es agradable estar al lado de alguien que festeja, que disfruta, que ríe, que tiene todo de cara y lo comparte, amor, trabajo, dinero, felicidad, salud... Cuando algo de eso falla y te llega la dura, el que aguanta estoico tus lamentos coñazos, tu cara de perro, tus preguntas sin respuesta, tu llorar por las esquinas, tu dolor físico y psíquico, tu "sin tregua ni para ir a mear", ese, ese que sigue ahí con la frase de "no-pasa-nada", la sonrisa a tiempo y el abrazo de los largos, ese, ese es EL amigo. O está dopao que también te vale en los malos momentos.  

Las amigas (féminas) en estos casos valen doble. Para mi al menos. Porque, de normal, las féminas llevamos muy mal el tema penas ajenas de las compañeras. También llevamos muy mal el tema alegrías extremas ajenas. ¿Porqué? Porque somos complicadas. Porque nos sentimos tan identificadas que duele cuando estamos mal y vemos a la otra florecer. Porque, cuando estamos bien, no queremos que la otra nos muestre la pinta que tenemos cuando estamos mal. Pero hay excepciones entre esas féminas. La madre de una suele ser la mujer más mujer que hemos tenido la suerte de echarnos a la cara. Y con mujer me refiero a que es capaz de alegrarse infinito en tus alegrías como si fueran suyas y acompañarte en tus penas sin importarle que tu barro le salpique. Luego puedes tener la suerte, o la dicha encontrada, de tener una amiga-hermana que sea el espejo de tu alma. Que, como vulgarmente se dice, te conozca como si te hubiera parido. Eso es un auténtico regalo de la naturaleza porque a tu madre hay ciertos temas que no le cuentas por vergüenza, básicamente, no por que te vaya a juzgar. Ya te juzgas tú sin que ella lo haga. Pero tú amiga ha estado allí donde estás tú recientemente (más recientemente que tu madre, al menos), y si no ha estado, te mira el alma y sabe ponerse. 

Los amigos (varones ellos) y encabezados por mi padre como mi primer amigo sonador de mocos y secador de lágrimas, se me han dividido a lo largo de la vida en dos tipos. Una vez aceptados que son amigos de los buenos, no de los de cervezas los viernes que eso es muy fácil y para eso los chicos se las pintas solos, mi división masculina ha venido decantada por la cama. Los gays y chicos que no querían acostarse conmigo (yo no les atraía lo suficiente como para meterse en mi cama, o tenían una muy buena pareja que nublaba mi visión como hembra capturable) y los que si que querían. Si los dos queríamos no cuenta porque entonces se convertía en otra cosa que no era ser solo amigos. De todos los hombres amigos he sacado dos cosas muy buenas. Una: practicidad. Como dicen aquí en cataluña, los hombres "van por feina". No se entretienen en análisis excesivos de los problemas. Van tirando soluciones hasta que una cuela. Ignoran las menudencias y se centran en "lo gordo". Tiene su punto de bueno cuando quieres salir del hoyo no importa como. Tiene su punto de malo cuando necesitas que esa salida del hoyo sea largoplacista. Dos: El punto de vista masculino. El modo tío. Ese punto de vista no te lo dan las amigas cuando de hombre trata el problema. Un hombre ha estado allí y tiene calados a los perros. Que te lo diga con amor y sonrisa cómplice de varón amigo, no tiene precio. 

En estas estoy cuando me miro el ombligo y me digo ¿y yo? ¿Qué tipo de amiga soy yo? ¿Estoy en las duras para mis féminas y mis varones? Y la respuesta es que no. O que si. Que no siempre, vamos. No como ellos o ellas quieren. ¿Qué pasa entonces? No depende de las intenciones del que da. El que da, entrega todo lo que puede dar. El que recibe solo puede estar agradecido por eso que le están dando. Nadie está obligado a dar, ni a amar, ni a besar, ni a abrazar. Si alguien te da, te ama, te abraza y te besa y lo necesitas, date con el cantazo en los dientes. Te ha mirao un tuerto y eso es mucha suerte. Cuando tú estés en la cresta de la ola da lo que puedas dar. A cuantos más mejor. Ya bajarás de la ola, ya.  Y a los que no estuvieron fue porque no podían estar. No supieron estar o no les tocaba. Así que tampoco les guardes la cara en el bolsillo. Todos lo hacemos lo mejor que podemos

Abrazos cálidos y apretaos en un miércoles de esos que no va a ningún lado, como todos los miércoles del mundo, pero que está en medio de todo el meollo. Y hay que tener muy firmes los ovarios para aguantar en medio del huracan sin despeinarse.

Gracias por leer y estar.

Imagen sacada de http://abrazosgratis.com/cuales-son-los-beneficios-de-un-abrazo/ posteada en mi muro por mi amiga Ana Marquina para decirme, "Nena que estoy aquí"

miércoles, 26 de febrero de 2014

El cine, mi vida


Una tarde invernal mancuniana típica y gélida de 1997 caminaba con mi amigo Diego De La Guardia por Oxford St y me dirigí sin dilación hacia el Cornerhouse. "Chacha, ¿donde vas? no es por ahí" "Pues al Cornerhouse. Claro que es por aquí" "Wonderpretty, bonita, Titanic es de Odeón, no es de Cornerhouse" "Ay, Diego, yo pensaba que tú eras de Cornerhouse y no de Odeon" "Nadie es perfecto linda". Me guiñó el ojo, me puso esa cara sonrisona que sabe hacer taaaaaan bien el maldito y para Cinemas Odeon que nos encaminamos yo arrastrando el alma y los pies y él saltarín y resoluto encantado de la vida de ver al Di Caprio. Me reí mucho. Me gustó cero pelotero. Pero estaba pasando la tarde con Diego y su alegría contagiosa y, a veces, no se le puede pedir mucho más a una tarde de invierno en Manchester.

El Cornerhouse fue mi vida cálida y cultural durante los fríos años que pasé en Inglaterra. El sonido Mancunian del que tanto se chotea mi amigo Ivo estaba en su momento más floreciente pero nunca he sido de ir sola a bares musicales o conciertos. No tenía ni una pound de normal. Y si tenía alguna iba destinada íntegramente al cine. Hice piña con los incondicionales del bello edificio (se rumoreaba que antigua casa de putas) reconvertido en cine y nos empezamos a citar para ver cine-cine. En versión original. En sonido y olor original. Sin putas palomitas. Compartiendo previo a la película un te con un carrot cake en la planta de arriba cuando el dinero se podía estirar o tenías una cita con ese chico que te gustaba tanto o esa amiga que te querñia regalar conversación. Mis acompañantes a todo tipo de emociones y películas fueron Mario Yarto, Kris Garate, Marco Aurelio Cristancho Ardila (ese nombre-hombre inolvidable) Xavi Bech de Careda y mi hermana Cris, pollico, Cruz. Recuerdo entrar muy emocionada el estreno de Trainspotting, no entender una mierda del inglés y salir casi llorando pues llevaba mil años viviendo pegada a escocia, joder. Recuerdo los "Spanish Film Festival" donde durante una semana nos ponían las películas patrias, las de estreno de ese año y clásicos también. Comprábamos el pase semanal y echábamos la tarde entera (sobre todo Mario y yo, los demás no se tragaban tantas películas sin importar el tema, solo por el gustazo de hacerlo). Una tarde hicimos una mes redonda con Fele Martinez en la cafetería del Corner. Éramos diez personal. Acabábamos de ver Los amantes del cirulo polar y yo estaba literalmente loca de atar por Fele. Mi novio, inmortalizó aquel momentazo revelando la foto muy a regañadientes. Aún hoy mi cara es sencillamente indescriptible. La de Fele es de angustia vital tras el chorreo de preguntas de fan loca que le solté minutos antes. 

Esta mañana me he encontrado con la foto que ilustra este post en la revista que recibo cuatrimestralmente de Triodos, mi banco. Y el corazón me ha hecho bum en la barriga. Es Enric Pérez. La mirada que veis aquí es la misma que vi yo cuando le conocí. Pasión por el cine. Pasión por su trabajo. Amor y disfrute. Cuando llegué a Barcelona detrás de mi amor fotógrafo me instalé en una ciudad fría, desconocida y sobre todo no muy amigable. No conocía a nadie. No tenía mi pandita de Corner para ir a ver cine. Tenía unos horarios anormales para los mortales corrientes pues trabajaba en la recepción de un hotel. Tardé muy poco en sacar cabeza y averiguar donde estaban los Renoir Cuatro Caminos (Madrid) y Cornerhouse (Manchester) de mi vida en esa nueva ciudad. El barrio de Gracia me conquistó por la calle Verdi. El Verdi (sobre los Renoir de Floridablanca o los Icaria de la Villa Olimpica) me conquistó por dos motivos. Pertenecían a Europa Cinemas (como el Corner) y me regalaron la anécdota más cálida y bonita de mi primer año de vida en Barcelona.

Me dirigía al cine sin saber lo que echaban. Paseaba por el hall y recogía las preciosas hojas (ahora ya no te las puedes llevar con lo que me gustaba coleccionarlas) que explicaban el argumento, entrevista al director, filmografía, datos curiosos, influencias externas, de las películas en exhibición. Me iba al bar de al lado y decidía cual iba a ver.  Una tarde un hombre deambulaba por el carrer Verdi. Parecía alguien como yo. Alguien que va solo al cine y hace tiempo disfrutando en las cercanías de la emoción de la anticipación del disfrute cinematográfico. Entabló conversación conmigo y me acabó preguntando que como es que iba sola al cine. "¿No tienes ningún chico que te acompañe?" Preguntó risueño. Yo le contesté que al cine iba sola porque quería y que no necesitaba de nadie para disfrutarlo. Muy en mi estilo estúpido cuando una pregunta me pilla con la guardia baja. Aquel particular día me sentía muy sola en Barcelona y ese chico no había querido ir conmigo. Sonrió y me dió dos entradas. "Toma. Para cuando quieras venir con alguien. O para venir dos veces más sola" La película que yo estaba por ver empezaba ya y me tuve que precipitar dentro del cine. Él se quedó fuera y retrocedí para preguntarle a la taquillera "Perdone, ¿Quien es ese hombre?" "El propietario de los cines" contestó sonriendo ella.

Volví dos veces sola con aquellas entradas. Me lo encontré tres o cuatro veces más. Hablábamos o nos saludábamos. Me dió un par de entradas más alguna vez. Y luego, los novios, el niño, la vida, me fue alejando de ese cine. Este verano he vuelto a ir cuatro veces con  tres personas distintas y una vez sola. Inaguré mi retorno a los Verdi con la maravillosa Searching for Sugar man, tan grande que volví un mes después acompañada para volverla a disfrutar con un amigo. ¿Carisimo el cine? Lo carisimo sería quedarme sin el amor que saco de cada película que ha iluminado mi vida desde esa y otras pantallas

Feliz de volver a estar. Feliz de ser. Feliz de haber vuelto a estar y ser. Gracias por leer, disfrutar de los miércoles de en medio de las vidas.   

Foto de Enric Pérez sacada de la entrevista http://www.triodos-elcolordeldinero.com/entrevista_det.php?id=11

martes, 11 de febrero de 2014

La divina y el plan H



"Me cansé de ser siempre el plan H de otros. Me encanta ser su plan A". Así me resumía una amiga a la que no había visto en tiempo, la actualización de sus relaciones emocionales con varones. La frase me encantó en el contexto de la conversación y por las tablas de la susodicha que, además de tener mucha cintura en las lindes amorosas, es rabiosamente graciosa, ocurrente, atractiva e inteligente. ¿Como un bombón así (pivón internacional) puede ser el plan H de alguien? ¿Cómo hay algún varón que haya posado sus ojos y dedos sobre ella se haya atrevido a postergarla en la linea imaginaria, a veces muy lánguida, del tiempo? ¿Como ella, hembra de fuego, se ha comido esa patata frita no una sino varias veces? ¿Qué nos pasa? ¿Estamos locos? ¿Creemos que duramos para siempre?

Mi divina particular puede conseguir casi a cualquier hombre que quiera. No lo he hablado directamente con ella y es toda una señora fuera de la cama como para reconocérmelo. Pero sus ojos azabaches me cuentan lo que su boca no me dice. ¿Querer es desear?. Puede que pueda conseguir a cualquier hombre que desee. Una noche. Dos. Un mes. Dos. Después no se aguanta el fuego por el fuego. Después la madera se quema. Para mantener las brasas hace falta ser algo más que el plan H de nadie. Hace falta ser el plan A.

Últimamente me encuentro con gente con las prioridades emocionales muy disparadas y descompensadas. Igual que he dicho antes si estamos locos porque languidecemos en el tiempo lo mortalmente muerto, hay otras ocasiones que la inmediatez es lo único válido. Si puedes hoy, ahora, de mi modo y en mi sitio: si. Si no puedes YA: chao pescao.

Si asumimos que cada persona es un mundo maravilloso, una selva por descubrir, el espacio sideral y la constelación de Casiopea a la vez, de inmenso y particular, entonces, cuando juntamos dos de esas maravillosas particularidades nos da de resultado una relación. Única, incomparable, inconcebible e irrepetible. Usar clichés de películas, de aventuras familiares o de nuestras amistades, de libros trasnochados, de canciones poperas, de otros, en resumen, hace que las expectativas por lo que ha de venir nos mancillen la maravilla de lo que realmente ocurrirá (como dice mi gran amiga filósofa Laura: Who pollas knows?). Y lo que ocurre, queridos lectores, es que cada persona que se te cruza en el camino de la vida te aporta su granito de arena y su rayo de luz a la tuya. Y no se lo aporta a nadie más. Sólo a ti. ¿No es maravilloso?

Aprovechemos en plena consciencia los regalos que nos entregan a nuestro fugaz paso por el mundo.  Un amigo me dijo, en un periodo de rabia personal colateral, que tenía que aprender a aceptar lo que los demás me daban. Ni más ni menos. Porque nadie está obligado a dar y el que te entrega cinco está dándote todo lo que tiene. No lo desprecies porque no te de ese diez que tú quieres. Acaba con la tiranía del o todo o nada. Llenémonos de amor hacia los demás. No escatimemos en elogios ni en miradas limpias. Lo que entregamos a los demás el cosmos nos devuelve multiplicado por mil. ¿Te quieres perder ese mil uno en tu vida?

Por último, al mirar a la divina en el fondo a los ojos le dije si para ella él siempre era el plan A. La divina medio sonrió de lejos pensativa. No me contestó.

Feliz martes de invierno. Sleep tight and in good company, de la que te tapa en las noches frías cuando refresca

Foto del blog http://fashionnews.zalando.co.uk/2011/09/22/style-icon-sophia-loren/august-1965-south-wales-sophia-loren/

jueves, 30 de enero de 2014

Bye, bye love


"Si alguien ama a una flor de la que no existe más que un ejemplar entre los millones y millones de estrellas, es bastante para que sea feliz cuando mira las estrellas" Antoine de Saint-Exupéry

Corriendo como loca al dejar al niño en el cole, mis ojos se han desviado al siempre pletórico, maravilloso, cautivador y deseado escaparate de la librería Arc Voltaic de Gavá, mi pueblo. No había libros. Me he parado en seco y he visto a Marta al fondo del local entre sus papeles, los libros y el ordenador. No ha levantado la vista, quizás ya no espera a nadie. He dudado unos segundos (las prisas, las cosas pendientes por hacer, la mañana que se te escapa entre los dedos, el último trimestre del 2013 aún por cerrar...) y me he dicho que me merecía esa conversación intuida. Por los sueños de mis padres sobre abrir una librería cuando eran jóvenes, por haber fantaseado yo misma con esa idea, porque siempre hay que comprar al comerciante de tu pueblo y porque ella me dijo hace un par de años cuando entré a comprar "No, tú no. No te compres 50 sombras de Grey. Haz que te lo presten anda". 

Hoy me ha dicho que no se sentían con fuerzas para afrontar el Sant Jordi de este año. Llevan, Marta y su hermana Mª Carmen, ocho años con la librería a su nombre. Ahora, cuando acabe enero, Arc Voltaic cerrará después de llevar culturizando más de veinte años a Gavá. No ha sido la crisis, me dice, ha sido el libro digital. Y ni siquiera ha sido el libro digital, ya que un libro que te puede costar en digital 12€ te puede costar en papel 18€ y hay gente que por el gusto para la diferencia. Pero, si te lo puedes descargar gratis, ahí ya hablamos de 18€ de diferencia. Y en este país somos unos piratas me ha dicho Marta. Editoriales como Acantilado, Rayo Verde, Ático de los libros o La Campana no editan en digital. Ella cree que son la única esperanza. Sus libros, si los quieres, los tienes que leer en formato papel. ¿Qué pasará cuando las editoriales sigan bajando en las ventas? ¿Los autores de gran renombre se autoeditarán? ¿Solo escribiremos blogueros que lo hacemos por el placer de escribir y como terapia? Porque, como bien me ha hecho ver ella, entre otras cosas, las editoriales españolas ya no pagarán a un traductor para traducir al español a John Irving o a Murakami. No nos harán llegar esas obras de la literatura universal. No será negocio. El gobierno no está  (jamás ha estado) por la labor de asumir esa entrada de cultura fresca y diversa. Yo podré volver a leer en inglés pero nunca, jamás, lo podré hacer en japonés. Me hubiera perdido a mis imprescindibles e increíbles francesas Anna Gavaldá, Irene Nemirovsky y Muriel Barbery.  

Sin editoriales no les hubiera llegado el boom hispanoamericano a los coreanos ni a nosotros la saga del desaparecido Stieg Larsson. Nadie las hubiera traducido. Pensar en todo esto la próxima vez que os descarguéis un libro. ¿Donde queréis estar dentro de 20 años? Yo quiero estar leyendo, seguro. Soñando con otros mundos, imaginándome que estaré allí, que sentiré así, o que nunca querré estar en su lugar y teniendo cuidado para no caerme al lado oscuro.

Conversábamos, Marta y yo, con el tiempo parado en esta mañana de enero, de nuestros inicios en la lectura. En el modo que cada una comenzó y con los comics y libros que lo hicimos. Tan diferentes, tan iguales. Los libros y sus lecturas te igualan, te hermanan a desconocidos, te hacen vibrar junto a ellos, te reconoces en las sonrisas y en los destellos de los ojos. Hemos sonreído recordando querer ser internas en Torres de Malory, adorar al pequeño Nicolás más allá de lo virtual, querer merendar galletas de jengibre y pastel de carne y mojarlas con cerveza de jengibre como hacían los del club de los cinco y su perro Tim sin saber que era el jengibre ni haber visto en nuestra vida un pastel que no fuera de cumpleaños, emocionarnos al recordar Suite francesa, vibrar con cualquiera de las páginas del Amor en los tiempos del cólera ¿Verdad que se puede abrir al azar y disfrutar de cualquier párrafo? Verdad. 

Hay libros que no son historias. Son vida. Son emociones que te acaban provocando sentimientos. Hay libros que te evaden del día a día. Sin conexión con tú realidad y ese mundo virtual del ordenador (por eso sigo leyendo en papel). Gracias a los libros, me decía Marta, conseguí que muchas ventanitas se me abrieran y escapar del grisor de los días. Estabas en Macondo, en Japón, en la campiña francesa ocupada por los Alemanes, en Exeter (New Hampshire) con John....

Me ha encantado poder decirles suerte mirándolas a las dos a la cara en vez de solo pensarlo al pasar por la puerta. A veces, al no guardarnos nuestras emociones en el alma, las mañanas de los jueves, nos regalan perlas de vidas ajenas a la tuya. 

Feliz jueves de pecado gente, gracias por leer  

viernes, 24 de enero de 2014

Free for lance and for love


Etimológicamente hablando, la palabra freelance (o freelancer), deriva del precioso término medieval inglés free-independiente y lance-lanza aplicado a los mercenarios. Es decir, caballeros que no servían a ningún señor en concreto y cuyos servicios podían ser alquilados por cualquiera.  Hoy en día significa exactamente lo mismo. Tan orgullosa de ser uno de ellos que estoy por tatuarme la palabra sobre las tetas con letras góticas.

Los freelance y los mercenarios siempre han sido mirados con desprecio por los asalariados y los fieles a los amos. Se han creído mejores que nosotros porque su amo, el dinero, venía de un solo destinatario mientras el nuestro nunca se sabía de donde venía. ¿Qué es lo mejor de mi condición? Las cuatro primeras letras. Ese free se traduce en poder decir que no. Con todas las consecuencias, con todos los riesgos, sin saber lo que hay mañana, en caída libre por supuesto, sin paracaídas. El ser temerario y audaz no ha tenido ninguna recompensa en la sociedad. El ser valiente y decidido solo conlleva resquemor y odio por los que no lo son, pero, ¡ay!, y tanto que lo quisieran ser.  La recompensa de la audacia es personal, privada e intransferible. Ni siquiera la pareja te acompaña. Ni los hijos. Ellos no quieren patear aeropuertos y hangares de autobuses. No quieren empujar a 2.200 personas dentro del Museo Nacional de Arte de Cataluña, darles de comer y beber, divertirles, obligarles a hacer una absurda flashmove, despojarles de sus abrigos, volverselos a dar dos horas después sin perder ni uno y sacarlos planchaos en los autobuses correspondientes a sus hoteles antes de la medianoche para que a las 07.00 am del día siguiente estén listos para batalla en la Fira 2, la de Gran Via, no la otra.

Sólo te comprende otro freelance. Otro que tenga la sangre como tú. Roja. Si es de horchata no aguanta un World Mobile Congress en Barcelona con 75.000 asistentes. Ojos de halcón. Corazón de águila. Piernas de potranca. Garras de pantera y corazón de pan. La cabeza normal. No tienes que tener el cerebro de un ingeniero de la NASA ni falta que te hace. Pero todas las demás cualidades son exactamente igual de necesarias, justas y obligadas.

La energía la sacas de la experiencia y de los compañeros. Sin esos mercenarios locos como tú situados a tu costado más débil no eres nadie. Cada batalla son diferentes. Unos vienen y otros van. Unos valen más oro que otros. Unos te ganan por el pan del corazón y otros por sus garras. Todos son necesarios ante la avalancha de dos aviones con grupo de ucranianos y rusos coincidiendo en tiempo y espacio en la estrecha linea de conductores de la T1- La sonrisa de los ojos de mis mercenarios son mi aliento. Por esa sonrisa y la promesa de 20 minutos compartidos en la cantina entrego gustosa mis 12 horas de rigor del puto full day del aeropuerto.  

Hoy estoy en el sofá después de diez días del tirón. Pensando en qué no hacer para recuperarme de tantas horas de desgaste físico, intelectual, emocional y neuronal. Tantos desajustes de horarios. Tantas comidas escasas y abundantes. Tantos nombres y tantas caras. Tanta sociabilización impuesta. Tanto ir y venir. Tanta exposición buscada y encontrada. Tantas subidas y tantas bajadas. Tanta alegría y tanto cansancio. Es el reajuste a la realidad cotidiana, el volver a ser persona humana después de diez días de Superfreelancemasterdelputouniverso. 

Som la polla, que diría aquél.

Dedicado con mucho amor a todos los que son, los que van y los que vienen y en cariño particular (sin menospreciar a nadie) a mis favoritos por carácter afín que ellos saben los que son por que yo lo soy de ellos y en el humor y las heridas de guerra y amor nos reconocemos. Deseando que llegue WMC para morir por Samsung y por Ericsson

Fotografía tomada por mi en el aeropuerto la semana pasada. Es amor del clásico y bueno. Sin alardes y con silencios. Con detalles como las galletas veganas y los buenos horarios. Como asignar y ceder en turnos, compañeros de servicio y hoteles. Amor de la T1. Porque los freelance, aunque no nos casamos con nadie, también amamos.

Feliz fin de semana merecido.

sábado, 18 de enero de 2014

Obsesiones o la sarna con gusto que no pica



La obsesión y la adicción aunque familiares no son iguales.El adicto niega que lo es. Según me comentó mi amigo, y psicólogo, Ángel, "adicción" es negar la palabra o lo dicho (a=no, dicción=decir) (Editado el 20 de enero. Ver comentario número 1 al respecto). "¿Consumes más de lo habitual y no lo puedes dejar?" "¿Yo? no". Cuando el adicto reconoce ese consumo y esa falta de control sobre él empieza realmente su proceso desadictivo. 

Piensa ahora en una obsesión que tengas y sigue leyendo mi post con esa obsesión ejemplo en la cabeza. No quiero hablar de las mías por dos motivos. Son muy privadas y si tú no las tienes no me entenderás. Así que lee pensando en las tuyas. El obseso no siempre es consciente de que lo es. Luego, lo puede negar. Contra más mayores somos y más conciencia tenemos de nosotros mismos más nos analizamos. Este analisis debe ser riguroso, pero no duro o cruel. Se puede ser muy firme y tierno a la vez y el amor de todo tipo es un claro ejemplo de la posible combinación de estos dos adjetivos.

Ahora bien, ¿qué ocurre cuando uno se ha analizado, ha sido riguroso, no ha sido duro consigo mismo (no hagas daño a quien más quieres del mundo) y ha tomado plena conciencia de la obsesión particular?. Se opta por ponerle remedio y arrancarla de tu vida, ya que una obsesión implica un estado de continuo pensamiento o acto derivado de un pensamiento obsesivo y esto implica a su vez una privación de tiempo y espacio a otras partes de tu vida. O se opta por no hacer nada al respecto. Es el famoso "sarna con gusto no pica". Yo soy de este último parecer. 

Me crispa bastante el cómo "deberían" ser las cosas según la sociedad pudiente, gobernante y bienpensante. En general me encanta desencasillarme de las etiquetas que me han puesto a lo largo de la vida o que me he ido poniendo yo (en este blog, sin ir más lejos). Lo cierto es que en cuanto te etiquetas dejas de lado a los que no les cuadra tu etiqueta. Hacer piña con unos te posiciona en contra de otros. Estoy aprendiendo a ser solo yo, tan única y particular como cualquiera del resto de la humanidad. Qué no haya etiquetas ni hastags que me aíslen, o tantas que me asocien con cada ser vivo del planeta.

El no hacer nada por controlar las obsesiones está muy bien hasta que "sarna con gusto" empieza a no dar gusto y entonces "pica". Y, creerme, en todas las obsesiones, al final, llega un momento que pica. Solución que he encontrado y trato de aplicar en mi día a día para evitarlo:

  • Conocer bien a mis obsesiones
  • Saber su alcance real 
  • Desmitificarlas ¿Son realmente tan importantes en mi vida?
  • Dejarme ir
  • Cuando empiece a picar, antes de que duela, corta
Frenar sobre picor es más facil que sobre dolor. El rollo de la culpa personal y social es mucho más manejable en ese punto.

A todos nos gustan nuestras obsesiones y nos dan placer. Son nuestras y les damos mucha importancia, pero deberíamos gustarnos aún más nosotros mismos. Debemos conocernos. Debemos saber cual es nuestro punto de no retorno. Vivir al límite y disfrutar cerca de ese punto pero saber, también, cuando volver para no perderse por el camino.

Feliz y sana sarna. Gracias por leer


Imagen obtenida del blo http://www.fundacionargibide.org/actualidad?start=40