jueves, 30 de enero de 2014

Bye, bye love


"Si alguien ama a una flor de la que no existe más que un ejemplar entre los millones y millones de estrellas, es bastante para que sea feliz cuando mira las estrellas" Antoine de Saint-Exupéry

Corriendo como loca al dejar al niño en el cole, mis ojos se han desviado al siempre pletórico, maravilloso, cautivador y deseado escaparate de la librería Arc Voltaic de Gavá, mi pueblo. No había libros. Me he parado en seco y he visto a Marta al fondo del local entre sus papeles, los libros y el ordenador. No ha levantado la vista, quizás ya no espera a nadie. He dudado unos segundos (las prisas, las cosas pendientes por hacer, la mañana que se te escapa entre los dedos, el último trimestre del 2013 aún por cerrar...) y me he dicho que me merecía esa conversación intuida. Por los sueños de mis padres sobre abrir una librería cuando eran jóvenes, por haber fantaseado yo misma con esa idea, porque siempre hay que comprar al comerciante de tu pueblo y porque ella me dijo hace un par de años cuando entré a comprar "No, tú no. No te compres 50 sombras de Grey. Haz que te lo presten anda". 

Hoy me ha dicho que no se sentían con fuerzas para afrontar el Sant Jordi de este año. Llevan, Marta y su hermana Mª Carmen, ocho años con la librería a su nombre. Ahora, cuando acabe enero, Arc Voltaic cerrará después de llevar culturizando más de veinte años a Gavá. No ha sido la crisis, me dice, ha sido el libro digital. Y ni siquiera ha sido el libro digital, ya que un libro que te puede costar en digital 12€ te puede costar en papel 18€ y hay gente que por el gusto para la diferencia. Pero, si te lo puedes descargar gratis, ahí ya hablamos de 18€ de diferencia. Y en este país somos unos piratas me ha dicho Marta. Editoriales como Acantilado, Rayo Verde, Ático de los libros o La Campana no editan en digital. Ella cree que son la única esperanza. Sus libros, si los quieres, los tienes que leer en formato papel. ¿Qué pasará cuando las editoriales sigan bajando en las ventas? ¿Los autores de gran renombre se autoeditarán? ¿Solo escribiremos blogueros que lo hacemos por el placer de escribir y como terapia? Porque, como bien me ha hecho ver ella, entre otras cosas, las editoriales españolas ya no pagarán a un traductor para traducir al español a John Irving o a Murakami. No nos harán llegar esas obras de la literatura universal. No será negocio. El gobierno no está  (jamás ha estado) por la labor de asumir esa entrada de cultura fresca y diversa. Yo podré volver a leer en inglés pero nunca, jamás, lo podré hacer en japonés. Me hubiera perdido a mis imprescindibles e increíbles francesas Anna Gavaldá, Irene Nemirovsky y Muriel Barbery.  

Sin editoriales no les hubiera llegado el boom hispanoamericano a los coreanos ni a nosotros la saga del desaparecido Stieg Larsson. Nadie las hubiera traducido. Pensar en todo esto la próxima vez que os descarguéis un libro. ¿Donde queréis estar dentro de 20 años? Yo quiero estar leyendo, seguro. Soñando con otros mundos, imaginándome que estaré allí, que sentiré así, o que nunca querré estar en su lugar y teniendo cuidado para no caerme al lado oscuro.

Conversábamos, Marta y yo, con el tiempo parado en esta mañana de enero, de nuestros inicios en la lectura. En el modo que cada una comenzó y con los comics y libros que lo hicimos. Tan diferentes, tan iguales. Los libros y sus lecturas te igualan, te hermanan a desconocidos, te hacen vibrar junto a ellos, te reconoces en las sonrisas y en los destellos de los ojos. Hemos sonreído recordando querer ser internas en Torres de Malory, adorar al pequeño Nicolás más allá de lo virtual, querer merendar galletas de jengibre y pastel de carne y mojarlas con cerveza de jengibre como hacían los del club de los cinco y su perro Tim sin saber que era el jengibre ni haber visto en nuestra vida un pastel que no fuera de cumpleaños, emocionarnos al recordar Suite francesa, vibrar con cualquiera de las páginas del Amor en los tiempos del cólera ¿Verdad que se puede abrir al azar y disfrutar de cualquier párrafo? Verdad. 

Hay libros que no son historias. Son vida. Son emociones que te acaban provocando sentimientos. Hay libros que te evaden del día a día. Sin conexión con tú realidad y ese mundo virtual del ordenador (por eso sigo leyendo en papel). Gracias a los libros, me decía Marta, conseguí que muchas ventanitas se me abrieran y escapar del grisor de los días. Estabas en Macondo, en Japón, en la campiña francesa ocupada por los Alemanes, en Exeter (New Hampshire) con John....

Me ha encantado poder decirles suerte mirándolas a las dos a la cara en vez de solo pensarlo al pasar por la puerta. A veces, al no guardarnos nuestras emociones en el alma, las mañanas de los jueves, nos regalan perlas de vidas ajenas a la tuya. 

Feliz jueves de pecado gente, gracias por leer  

viernes, 24 de enero de 2014

Free for lance and for love


Etimológicamente hablando, la palabra freelance (o freelancer), deriva del precioso término medieval inglés free-independiente y lance-lanza aplicado a los mercenarios. Es decir, caballeros que no servían a ningún señor en concreto y cuyos servicios podían ser alquilados por cualquiera.  Hoy en día significa exactamente lo mismo. Tan orgullosa de ser uno de ellos que estoy por tatuarme la palabra sobre las tetas con letras góticas.

Los freelance y los mercenarios siempre han sido mirados con desprecio por los asalariados y los fieles a los amos. Se han creído mejores que nosotros porque su amo, el dinero, venía de un solo destinatario mientras el nuestro nunca se sabía de donde venía. ¿Qué es lo mejor de mi condición? Las cuatro primeras letras. Ese free se traduce en poder decir que no. Con todas las consecuencias, con todos los riesgos, sin saber lo que hay mañana, en caída libre por supuesto, sin paracaídas. El ser temerario y audaz no ha tenido ninguna recompensa en la sociedad. El ser valiente y decidido solo conlleva resquemor y odio por los que no lo son, pero, ¡ay!, y tanto que lo quisieran ser.  La recompensa de la audacia es personal, privada e intransferible. Ni siquiera la pareja te acompaña. Ni los hijos. Ellos no quieren patear aeropuertos y hangares de autobuses. No quieren empujar a 2.200 personas dentro del Museo Nacional de Arte de Cataluña, darles de comer y beber, divertirles, obligarles a hacer una absurda flashmove, despojarles de sus abrigos, volverselos a dar dos horas después sin perder ni uno y sacarlos planchaos en los autobuses correspondientes a sus hoteles antes de la medianoche para que a las 07.00 am del día siguiente estén listos para batalla en la Fira 2, la de Gran Via, no la otra.

Sólo te comprende otro freelance. Otro que tenga la sangre como tú. Roja. Si es de horchata no aguanta un World Mobile Congress en Barcelona con 75.000 asistentes. Ojos de halcón. Corazón de águila. Piernas de potranca. Garras de pantera y corazón de pan. La cabeza normal. No tienes que tener el cerebro de un ingeniero de la NASA ni falta que te hace. Pero todas las demás cualidades son exactamente igual de necesarias, justas y obligadas.

La energía la sacas de la experiencia y de los compañeros. Sin esos mercenarios locos como tú situados a tu costado más débil no eres nadie. Cada batalla son diferentes. Unos vienen y otros van. Unos valen más oro que otros. Unos te ganan por el pan del corazón y otros por sus garras. Todos son necesarios ante la avalancha de dos aviones con grupo de ucranianos y rusos coincidiendo en tiempo y espacio en la estrecha linea de conductores de la T1- La sonrisa de los ojos de mis mercenarios son mi aliento. Por esa sonrisa y la promesa de 20 minutos compartidos en la cantina entrego gustosa mis 12 horas de rigor del puto full day del aeropuerto.  

Hoy estoy en el sofá después de diez días del tirón. Pensando en qué no hacer para recuperarme de tantas horas de desgaste físico, intelectual, emocional y neuronal. Tantos desajustes de horarios. Tantas comidas escasas y abundantes. Tantos nombres y tantas caras. Tanta sociabilización impuesta. Tanto ir y venir. Tanta exposición buscada y encontrada. Tantas subidas y tantas bajadas. Tanta alegría y tanto cansancio. Es el reajuste a la realidad cotidiana, el volver a ser persona humana después de diez días de Superfreelancemasterdelputouniverso. 

Som la polla, que diría aquél.

Dedicado con mucho amor a todos los que son, los que van y los que vienen y en cariño particular (sin menospreciar a nadie) a mis favoritos por carácter afín que ellos saben los que son por que yo lo soy de ellos y en el humor y las heridas de guerra y amor nos reconocemos. Deseando que llegue WMC para morir por Samsung y por Ericsson

Fotografía tomada por mi en el aeropuerto la semana pasada. Es amor del clásico y bueno. Sin alardes y con silencios. Con detalles como las galletas veganas y los buenos horarios. Como asignar y ceder en turnos, compañeros de servicio y hoteles. Amor de la T1. Porque los freelance, aunque no nos casamos con nadie, también amamos.

Feliz fin de semana merecido.

sábado, 18 de enero de 2014

Obsesiones o la sarna con gusto que no pica



La obsesión y la adicción aunque familiares no son iguales.El adicto niega que lo es. Según me comentó mi amigo, y psicólogo, Ángel, "adicción" es negar la palabra o lo dicho (a=no, dicción=decir) (Editado el 20 de enero. Ver comentario número 1 al respecto). "¿Consumes más de lo habitual y no lo puedes dejar?" "¿Yo? no". Cuando el adicto reconoce ese consumo y esa falta de control sobre él empieza realmente su proceso desadictivo. 

Piensa ahora en una obsesión que tengas y sigue leyendo mi post con esa obsesión ejemplo en la cabeza. No quiero hablar de las mías por dos motivos. Son muy privadas y si tú no las tienes no me entenderás. Así que lee pensando en las tuyas. El obseso no siempre es consciente de que lo es. Luego, lo puede negar. Contra más mayores somos y más conciencia tenemos de nosotros mismos más nos analizamos. Este analisis debe ser riguroso, pero no duro o cruel. Se puede ser muy firme y tierno a la vez y el amor de todo tipo es un claro ejemplo de la posible combinación de estos dos adjetivos.

Ahora bien, ¿qué ocurre cuando uno se ha analizado, ha sido riguroso, no ha sido duro consigo mismo (no hagas daño a quien más quieres del mundo) y ha tomado plena conciencia de la obsesión particular?. Se opta por ponerle remedio y arrancarla de tu vida, ya que una obsesión implica un estado de continuo pensamiento o acto derivado de un pensamiento obsesivo y esto implica a su vez una privación de tiempo y espacio a otras partes de tu vida. O se opta por no hacer nada al respecto. Es el famoso "sarna con gusto no pica". Yo soy de este último parecer. 

Me crispa bastante el cómo "deberían" ser las cosas según la sociedad pudiente, gobernante y bienpensante. En general me encanta desencasillarme de las etiquetas que me han puesto a lo largo de la vida o que me he ido poniendo yo (en este blog, sin ir más lejos). Lo cierto es que en cuanto te etiquetas dejas de lado a los que no les cuadra tu etiqueta. Hacer piña con unos te posiciona en contra de otros. Estoy aprendiendo a ser solo yo, tan única y particular como cualquiera del resto de la humanidad. Qué no haya etiquetas ni hastags que me aíslen, o tantas que me asocien con cada ser vivo del planeta.

El no hacer nada por controlar las obsesiones está muy bien hasta que "sarna con gusto" empieza a no dar gusto y entonces "pica". Y, creerme, en todas las obsesiones, al final, llega un momento que pica. Solución que he encontrado y trato de aplicar en mi día a día para evitarlo:

  • Conocer bien a mis obsesiones
  • Saber su alcance real 
  • Desmitificarlas ¿Son realmente tan importantes en mi vida?
  • Dejarme ir
  • Cuando empiece a picar, antes de que duela, corta
Frenar sobre picor es más facil que sobre dolor. El rollo de la culpa personal y social es mucho más manejable en ese punto.

A todos nos gustan nuestras obsesiones y nos dan placer. Son nuestras y les damos mucha importancia, pero deberíamos gustarnos aún más nosotros mismos. Debemos conocernos. Debemos saber cual es nuestro punto de no retorno. Vivir al límite y disfrutar cerca de ese punto pero saber, también, cuando volver para no perderse por el camino.

Feliz y sana sarna. Gracias por leer


Imagen obtenida del blo http://www.fundacionargibide.org/actualidad?start=40

martes, 7 de enero de 2014

Pro derecho



Discutía el otro día con un amigo varón sobre el tema del aborto.  Discutía argumentando e intercambiando opiniones en privado y solos los dos.  Me desmontó, sin hablar directamente de ello, uno de mis axiomas sobre el tema. Y es que yo discutía personalizando y pensando que tenía más derechos a la discusión que él. Yo soy mujer, yo soy madre, yo he llevado un feto en mis entrañas. ¿Tengo más argumentos válidos que un hombre? ¿Que un cura?. Pues no, no los tengo.

No soy pro-aborto. No creo que nadie lo sea. "Mira, una embarazada, ojalá aborte". ¿Estamos locos?. Ni siquiera soy pro-vida, aunque me enerve hasta el infinito y más allá que algunos grupos se hayan alzado con ese título. No soy pro-vida por que estoy a favor de la eutanasia, ergo, caería en contradicción conmigo misma. Entonces ¿qué soy? Soy pro-derechos y pro-libertad individual. Nunca colectiva. El ser humano es libre hasta para decidir irse a lo alto de un monte y tirarse piedras contra la cabeza. Bien por él o ella.  No es libre de subirse al monte y tirarle piedras a la cabeza a otro. Bajo el lema no hagas a los demás lo que no te gustaría que te hicieran a ti mismo vamos bien.

La iglesia opinando de vida cuando durante toda su historia con la quema de brujas, la inquisición, las penitencias autoinfligidas o el oscurantismo de la pederastia, ha estado demostrando que la vida humana le importa un comino, me produce risa. Pero, puede opinar. El estado Español con opiniones como comparar a los defensores de la antigua ley del aborto con Herodes y su masacre de inocentes (aquí un personaje bíblico ligado a Jesús de Nazareth y a las fechas que tocan) (frase de Juan Cotino Presidente de las Cortes Valencianas dicha en su blog el día 27 de diciembre) o declaraciones (todas las concernientes a este tema) como las de Ruiz-Gallardon (actual Ministro de Justicia) no puede opinar. Y, el Estado no puede porque legisla. Y menos aún puede opinar haciendo suyas las opiniones de una iglesia en un país que, recordemos todos por favor, es por la "sagrada" constitución (nomelatoquesporfavor) de 1978, aconfesional. 

Todo esto hace que me plantee si realmente esto es Matrix o una prueba de que Dios si que existe y está jugando a la desesperada con las fichas que le han tocado en estos tiempos (recordemos como jugó en los años 30 y 40 con la "bendita" laicidad Española y lo que nos trajo de represión y oscurantismo). De Ruiz-Gallardón rescato la que más me ha dolido: "Yo si que tendría un hijo con malformaciones graves. Sin dudarlo, ya que es una convicción personal". Exacto. Y no voy a entrar en porqué es esa su convicción personal, si tiene pasta para darle a su hijo malformado todas las necesidades de esta vida y la siguiente o que opina su mujer del tema. Una malformación grave no se nutre solo de amor al hijo y al santisimo, "diosproveerá"  ¿Porqué su convicción "personal" le ha llevado a reformar la ley de aborto y convertirla en la más restrictiva de toda Europa? Sólo están por detrás nuestro Malta, Andorra y el Vaticano. En estos tres países es ilegal abortar. Es la contra-reforma más restrictiva de toda la democracia Española. Anterior a esta reforma solo queda que sea ilegal. La OMS ha alertado de los peligros de exigir la autorización de terceros (¿terceros a ti para decidir por ti?) o presentar la denuncia previa por violación, solo llevaran a la clandestinidad y por lo tanto a más mortalidad. Que se jodan ¿no? pensarán algunos. Que no hubieran follado. Los llamados por ellos mismos "pro-vida" prefieren que muera una mujer embarazada a terminar con un óvulo fecundado. Es curioso porque se denomina ovulo (cuando no está fecundado), cigoto (al ser fecundado por un espermatozoide), embrión hasta las 8 semanas y ahí ya pasa a ser feto. Y se llama feto hasta el momento del parto. Cuando nace, esto es cuando sale, lo sacan del cuerpo de esa mujer y empieza a respirar por si solo, entonces ya es un ser humano.  

Y de eso se trata en su argumentación. De tiempos de vida. O eso nos quieren hacer creer con las fotos y vídeos de los fetos en las campañas pro-vida. Pero ¿que pasa después de ese nacimiento? Ah. A nadie le importa. En ese momento el feto pasa a ser niño y entonces, en ese momento se le asigna un nombre y dos apellidos y se le asigna unos padres (señores hombres/padres-a-poder-ser: anterior a ese momento a mi nadie legalmente autorizado, mi ex-suegra no cuenta, me preguntó qué hombre me había fecundado ese feto), se le registra en el hospital y posteriormente en el registro civil. Se le asigna médico. Se le hace la ficha de salud. Se le inscribe en el censo. Y empieza a tener derechos. Tiene derechos como ser vivo que es. Es curioso. Hasta ese mismo momento era solo la mujer que será madre la que importaba. Porque yo no era madre. Si Luc se llega a perder por el camino antes de nacer no se hubiera llamado Luc, no sería, no existiría y yo, no sería madre. ¿Estamos con esto?. Cuando yo estaba embarazada iba yo al ginecólogo que era mi médico. El que es ahora padre de mi hijo me acompañaba a veces pero, la verdad, podría ir mi hermana Cristina (de hecho alguna vez vino) o mi madre (de hecho alguna vez vino), pero la que siempre, siempre tuvo que ir fui yo. La que estaba embarazada era yo y se trataba de mi. De mi salud. No visitaba al feto un pediatra. En cuestiones de salud era yo la que importaba. En el momento que parí, recuerdo que me descoloqué un poco cuando a los pocos días me dieron cita con el pediatra para Luc si o si. Tenían que hacerle la revisión de la semana. ¿Y yo? Dije a la ginecóloga. "Tú no. Tú estás bien. Solo has parido". En ese momento Luc se convirtió en importante y en el ser frágil al que había que proteger. Me recogí los puntos provocados por el parto y la soberbia como pude y empecé a comprender lo que era ser madre.  

Mi madre ha parido cinco hijos y no se si habrá perdido algún feto o cigoto por el camino. Lo que si recuerdo es que siendo yo adolescente (allá por mis doce) alguien con muy mala baba le preguntó que como es que siendo tan de izquierdas ella y mi padre habían tenido cinco hijos, ¿no estaba ella a favor del derecho a la interrupción del embarazo? y ella, muy gitana rubia, se incendió. Dijo que por supuesto que lo estaba y lo que lo había estado cuando era niña y empezó a entender lo que era eso, y cuando fue adolescente y cuando se caso y tuvo uno, y tres y hasta cinco hijos, y que lo seguiría estando cuando fuera abuela (lo está). Ella estaba (está) a favor de que otras mujeres, si quieren, por las causas que consideren oportunas ellas, puedan tener la opción de interrumpir o no ese embarazo con unas ciertas garantías y que ni la iglesia entonces, el padre de la mujer (esa "tercera persona" de la contrareforma actual) o la pareja pudiera opinar sobre su cuerpo y el cigoto, embrión o feto (según el tiempo de gestación, pero nunca niño) que llevaba dentro.

Como yo he mamado eso y me han dado siempre alas para leer y discutir y argumentar, me encuentro escribiendo sobre este tema sin despeinarme y a los que les ofenden mis opiniones os digo. Pensad a que a mi me ofenden muchas veces las vuestras. Quid pro quo Clarice, que decía aquel.

Feliz pseudo lunes de enero y gracias por leer

Había muchas imágenes para ilustrar este post, pero la Espe siempre da muuucho más juego por si sola sin tener que recurrir a otras mujeres más sensatas. Imagen sacada del blog http://www.ojosdehumanoide.com/iglesia